Son chivatas de nuestra edad, dicen mucho de las personas y a veces nos echan más años de los que en realidad corresponde. Debemos cuidarlas igual que lo hacemos con el rostro o cualquier otra zona del cuerpo, pero a veces no le hacemos caso. La belleza, lucirlas bonitas y jóvenes es una de nuestras preocupaciones y por ello es esencial, no olvidarlas para mostrar un cuerpo cuidado e hidratado.
La piel de las manos puede hacer pensar que quizás no seamos tan jóvenes como cualquier persona podría decir al mirarnos a la cara. Las manos están expuestas continuamente a radiaciones ultravioletas y agentes ambientales, y además sufren su efecto. La piel de las manos es sensible, y como no la cuidamos como debemos, el proceso de envejecimiento se aprecia de forma considerable en ellas.
Si nos gusta cuidarnos, ¿por qué olvidarnos de cuidar las manos? La piel de las manos es un 20 o un 30% más fina que la piel de las mejillas, retiene menos agua y tiene menos colágeno, envejece antes y tarda más en regenerarse. El problema es que nos olvidamos totalmente y cuando nos acordamos es en casos de emergencia, cuando la sensación de que la piel tira o está muy resquebrajada o escamada, y notas que va envejeciendo con el paso del tiempo, es cuando nos solemos acordar de aplicar una crema de manos, un gran error.
¿Cómo puedo cuidar mis manos?
- Intenta lavarlas a diario con un jabón neutro que no reseque la piel. Sécalas muy bien con una toalla y principalmente entre los huecos de los dedos. Evita dejarlas húmedas.
- Después, aplica una crema específica de manos para evitar la sequedad y que estén suaves e hidratadas durante todo el día. Podrás aplicarla todas las veces que creas necesario.
- Observa si en el ambiente en el que te encuentras los cambios de temperatura son extremos, ya que en tus manos se pueden producir pequeñas heridas. Intenta hidratarlas siempre que puedas y si además tu piel es muy seca o sensible, usa cremas específicas.
- Finalmente, puedes eliminar las células muertas de la piel usando un exfoliante corporal que te permita limpiarlas en profundidad.
- Los esmaltes pueden ser agresivos. Deja que tus uñas respiren cada quince días sin ningún tipo de esmalte. Una capa de fortalecedor antes del esmalte, actuará como una base protectora.
- Protege tus manos con guantes si realizas una tarea en la que pueda producirse una agresión mecánica o química.
- Procura seguir una alimentación equilibrada, rica en verduras y frutas. Y sobre todo descansa las horas que tu cuerpo y tu mente necesitan.
¿Qué factores las perjudica?
En nuestro hábito de vida nos encontramos con factores que se consideran agresores de las manos y con los que tenemos que tener precaución:
1) El frío: perturba la película que protege la piel y la reseca. Es por ello, que en invierno las manos se vuelven rojas o irritadas, en muchas ocasiones.
2) El sol: es otro factor que también las deshidrata. Las manos están expuestas a los rayos ultravioleta.
3) Los productos que utilizamos para el hogar: por lo general contienen elementos químicos bastante fuertes que alteran o destruyen la película protectora de la epidermis.
4) Lavarlas de forma frecuente: el agua, es un componente de deshidratación cutánea, al igual que algunos jabones y geles de limpieza o el uso de desinfectante de manos.
Si tenemos en cuenta todos estos factores e intentamos evitarlos, podemos conseguir que el proceso de envejecimiento de las manos se retrase al igual que un rostro cuidado con los mejores tratamientos estéticos y cosméticos. Pero si tú piensas que tu situación es un caso perdido o no consigues poner solución hay tratamientos estéticos que pueden ofrecerte soluciones.