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Cómo prevenir la varices para mejorar tu salud

Cuando pasamos la primavera y llega el verano, empezamos a despojarnos de la ropa y es cuando empiezan aflorar nuestro complejos o aquello con lo que estamos menos a gusto de nuestro cuerpo… Buscamos el perfeccionismo… Que si tengo unos kilos de más, la celulitis, piel de naranja, flacidez, las estrías …. y ahí están, las varices. En la mayoría de las ocasiones no nos encontramos únicamente ante un problema “de estética “, sino ante toda una patología que precisará de un tratamiento coordinado con múltiples alternativas.

Hay que remarcar la importancia de un buen conocimiento de la anatomía, fisiopatología y exploración venosa, como pilares fundamentales en los que debe de basar la correcta utilización de una u otra técnica terapéutica. La patología venosa alcanza una incidencia elevada, con una influencia y repercusión socio-económica y sanitaria en nuestra sociedad. En nuestro país la prevalencia de la enfermedad varicosa oscila entre 10 y 20 % de la población.

La patología vascular es muy amplia y hoy nos queremos centrar en los factores que origina dicha patología, medidas higiénico-dietéticas, posturales y de contención elástica. Pero, antes que nada, es necesario definir las varices. Son dilataciones venosas que condicionan un deficiente retorno de la sangre hacia el corazón. Se forman a partir de una disfunción del cierre de las válvulas venosas, lo que produce que la sangre se acumule en las venas, haciendo que se dilaten hasta que, finalmente, producen un flujo retrógrado, causando edema y ramas colaterales.

Los factores de riegos y las medidas higiénico-dietéticas más adecuadas para prevenir las varices y en el caso que existan y para mejorar el retorno venoso serían:

  • Sexo: Mayor incidencia en la mujeres.
  • Herencia: El riesgo de desarrollar varices es del 89 % si los padres tienen varices  y un 47 % si sólo un padre las sufre.
  • Trombosis venosa: Es el factor de riesgo más importante de la insuficiencia venosa.
  • Embarazos repetidos: Se asocia a factores de compresión sobre el sistema venoso abdominal.
  • Raza: Mayor en raza blanca.
  • Obesidad: Unas piernas de contextura gruesa requieren mayor aporte sanguíneo arterial y la mayor cantidad de sangre debe drenarse por las venas, lo que favorece una sobrecarga de una disfunción precoz de las válvulas. La reducción del peso implica la reducción de la hipovolemia y la hipercoagulabilidad que caracterizan a la obesidad. La alimentación debe prevenir la obesidad y evitar el estreñimiento, que aumenta la presión abdominal y dificulta el retorno venoso.
  • Traumatismos: Evitar deportes violentos que provoquen complicaciones no deseadas.
  • Sedentarismo: Las responsables del retorno venoso son la almohadilla plantar y los músculos de las piernas; el sedentarismo no favorece la contracción muscular ni la puesta en marcha de la almohadilla plantar, por lo que ocurre un estancamiento de sangre y una mayor sobrecarga valvular, lo que facilita la aparición de las varices. Se aconsejan contracciones musculares pasivas y si es posible, cortos paseos que activen la circulación y retorno venoso y mejor aún si son en la orilla del mar, cuando la ola rompa a nivel de las pantorrillas.
  • Trabajos prolongados de pie: Al igual que el sedentarismo, se realiza poco ejercicio muscular. Además, el sistema del retorno tiene que trabajar siempre en contra de la gravedad.
  • Factores endocrinos: Pubertad, menstruaciones, menopausia.
  • Anticonceptivos hormonales.
  • El calor y el frío: El calor de cualquier fuente es perjudicial, porque dilata y el frío resulta beneficioso, por su acción vasoconstrictora y antiinflamatoria.
  • Calzado y vestimenta: El uso de ropas ajustados, tacones demasiados altos favorecen la aparición de las varices. El calzado debe adaptarse a la bóveda plantar, sin estrechamientos en la garganta del pie. El tacón debe de ser de unos 2 a 4 centímetros. Debemos de asegurarnos el correcto funcionamiento de la esponja plantar y asegurar una deambulación cómoda, que en la insuficiencia plantar juega un papel terapéutico fundamental. La vestimenta debe de ser lo menos ceñida posible, para no provocar obstrucciones en el flujo venoso de retorno.

Opciones para prevenir las varices

Las medidas posturales: el drenaje postural, consiste en reposar con los pies elevados durante 10 o 15 minutos varias veces al día, lo que presenta un beneficio terapéutico indudable y su complemento es la realización del descanso nocturno en la misma posición, elevando los pies de la cama unos 15 centímetros. Consiguiendo con ello una más completa desaparición de los edemas y de la pesadez de las piernas.

La contención elástica ejerce una presión externa sobre el miembro, favoreciendo el flujo centrípeto y obstaculizando el reflujo patológico. El producto utilizado pueden ser vendas o medias. Las medias elásticas efectúan una compresión uniformemente decreciente, que oscila desde 20 a 60 mm.

Las indicaciones clínicas oscilan entre una compresión normal para cuadros incipientes o discretos hasta la compresión extrafuerte para situaciones de linfedema irreversible o síndrome postflebítico de repercusión clínica severa. La compresión media-fuerte se reserva para aquellos casos en que la importancia del trastorno exige una contención firme, como puede ser el postoperatorio de unas varices, el tratamiento o profilaxis de una trombosis venosa profunda, etc.

Tratamiento de varices

En la clínica de medicina estética contamos con un tratamiento de varices, para que además de recuperar tus piernas a nivel estética, también puedas mejorar tu salud. Consúltanos sin ningún compromiso sobre nuestro tratamiento para prevenir las varices y mejorarlas.