Cuántas veces hemos soñado con levantarnos de la cama ya maquilladas, estar bien arregladas en el gimnasio, mostrarte presentable en esas visitas inesperadas a horas intempestivas o poder reconstruir y recuperar el color natural de tu cuerpo tras una operación. La solución tiene nombre, micropigmentación.
Cuando hablamos de micropigmentación o maquillaje permanente, no se trata del clásico estereotipo «ir siempre pintada», sino que hablamos de una técnica por la cual se implantan pigmentos muy concretos en la epidermis de la piel, tratándose de un tratamiento indoloro, que no resulta nocivo para nuestro organismo.
No se trata de un sustitutivo del maquillaje, sino de una técnica por la cual podemos resaltar o disimular nuestros rasgos faciales de una forma más profesional y con una duración prolongada en el tiempo sin tener que estar pendientes del espejo, potenciando nuestra imagen y descartando aquellas imperfecciones que con el paso del tiempo podemos llegar a descubrir.
Se trata de un apoyo por el cual nuestra imagen parte de un color y una forma más definidos que de forma natural. En definitiva, potencia y realza los rasgos físicos sin tener que parecer artificial, ya que si la micropigmentación es profesional y se hace de manera correcta, no tiene porqué existir un cambio drástico en tu imagen, sino ensalzar nuestro aspecto haciendo que nuestras facciones transmitan seguridad y belleza.
Pero no sólo se trata de una cuestión de belleza, la micropigmentación se trata también de una como solución terapéutica que palia problemas antiestéticos no deseados, como puede ser la reconstrucción óptica de las areolas mamarias y el camuflaje de cicatrices después de una intervención quirúrgica devolviendo la autoestima y el bienestar psicológico y social a las personas que lo han padecido.
Si estás pensado en la micropigmentación para tus cejas has de saber que se realiza un estudio por el cual se comprueba cual es la trayectoria natural del pelo, porque las cejas cuando están bien situadas aportan equilibrio y armonía al rostro. Si es en labios donde crees que más puede ayudarte, recuerda que la línea de contorno se puede volver a crear, dando un estilo más definido, creando un efecto de volumen con labios más carnosos y seductores. En ojos, el objetivo es conseguir una mirada más expresiva y viva a través del alargamiento del ojo.
Nuestro bienestar empieza por un aspecto cuidado y armonioso, porque vernos bien frente al espejo también es salud.