Hay que tener claro que no conseguir bajar de peso no es siempre nuestra culpa. Además de ser algo complicado, lo es aún más cuando hay factores genéticos de por medio, que inciden directamente en el éxito o fracaso de las dietas. Por eso, es muy importante conocer nuestra realidad y trabajar de acuerdo a ella.
El problema de la alimentación es que uno no lo ve como un medicamento porque no tiene resultados inmediatos. Tiene un efecto a largo plazo y en el caso de una mala nutrición, pueden pasar décadas hasta que se produzca alguna enfermedad en el organismo.
Al hablar de nutracéutica estamos hablando de una medicina biológica donde entran una categoría muy amplia 
de productos que no son de origen químico, sino natural. A pesar de su relativamente corta trayectoria en Occidente, en Oriente el uso de los alimentos como medicamentos es algo que lleva cientos de año asentado.
Como resultado, los nutracéuticos son productos de origen natural con propiedades biológicas activas, beneficiosas para la salud y con capacidad preventiva y/o terapéutica definida. No sólo pueden constituir un suplemento dietético, sino que también pueden utilizarse para la prevención y/o el tratamiento de enfermedades.
Dentro de esta categoría podemos diferenciar entre: alimentos funcionales y complementos alimenticios o suplementos dietéticos.
Alimentos funcionales
Suelen presentarse en forma de alimentos para uso diario enriquecidos en determinados nutrientes o sustancias beneficiosas para la salud como leche o zumos enriquecidos en vitaminas, margarinas, aceites o yogur. Con el consumo de los mismos conseguimos ingerir determinadas cantidades de elementos como vitaminas, grasas, proteínas, hidratos de carbono que, de otra forma, deberíamos consumir mayor cantidad de alimentos y estaríamos introduciendo calorías que no necesitamos.
Complementos alimenticios o suplementos dietéticos
Suelen presentarse en forma de píldora, cápsula, comprimido o líquido. Contienen sustancias que se usan para suplementar la dieta incrementando la toma diaria de las mismas como los polifenoles, el omega 3, o los isotiocianatos y sulforafanos, (presentes en el brócoli, coliflor o repollo por ejemplo)
Después de todo, cuando nuestra nutrición está bien diseñada, no sólo terminaremos de bajar de peso si no que nuestra dieta nos guiará hacia una mejor calidad de vida